miércoles, 12 de mayo de 2010

No te calientes, granizo


No sé otros lares, pero en Chilangolandia hemos padecido un calor tal a últimas fechas que hasta San Charbel anda mostrando la tatema. No es un calor leve, ni imaginario ni producto de que "ay, ya te atacan los bochornos". No, se trata realmente del calor más manchado, mezclado con polución y el tráfico usual de una semana posterior al megapuente. Todos andamos acá, succionando el mismo caldo caliente. Subió el infierno.

Sumemos dos factores para que el clima sea aún más estupidizante e insoportable: ser hombre (lo digo porque las mujeres son friolentas) y asistir al trabajo de traje.

Así como las féminas nos restriegan la de "ustedes no aguantarían los cólicos", yo digo que ellas no soportarían andar trajeadas y de corbata mientras están metidas en un horno. Sin duda, consideran muy poco la trascendencia y consecuencia de nuestro "ser catrín". Elegante sí, pero una joda también, especialmente cuando el sol hace que a uno le suden todos los dobleces que Dios nos dio. Se nos revientan las presas internas. Ni modo.

Y como en calor dormimos y en calor despertamos, durante el fin de semana a mi amada Jane se le ocurrió destruir el halo calorífico que nos sofoca adquiriendo un par de ventiladores blancos marca Massey.

Ayer me entregó el mío y llegué a la chamba con la sonrisa del odioso al que le acaban de regalar el nuevo BlackBerry. Aquí no me jactaba por tecnología, sino que alardeaba por sobrevivir, así que imploré con arrogancia y soberbia que el lunes se calentara a tope. Debía desquitar. Y así fue.

Con las horas, el calor aumentó y ello significó mi señal para, ahora sí, encender mamucamente el nuevo ventilador en mi lugar de trabajo. ¡Oh Dios! (en regio ¡asumadre!)... esta cosa hacía más ruido que las tres prensas del periódico trabajando a full. Parecía Valiant 78 tras un viaje en carretera, lo que ocasionó que algunas cabezas se asomaran para ver qué provocaba tal ruidero. Dudé en apagarlo, pero justo ahí mi amiga Kariniux (próxima madre de dos galanazos y asidua consciencia de mi cabeza) fue clara: "Se oye algo, pero déjalos, que se rosticen ellos, no tú".

Desde de las 12:35 horas del lunes y hasta hoy, mis redonditos tompiates han determinado que el ventilador (con todo y su escándalo) trabaje a toda máquina y sea parte de la decoración del pasillo sobre el que caminan los directores de la empresa. Ya en par de ocasiones, el resultado ha sido gratificante: lo han criticado y dos segundos después se han acercado para que "les dé el airecito". ¿Ah, verdad?

Siempre me ha gustado calentarme. Ahora más.

Colofón: Ya viene el cumple del Korova. ¿Qué nos van a regalar?

8 comentarios:

  1. pinche inconciente, además has de ser bien jodón con tu ruidero

    ResponderEliminar
  2. HAY VENTILADORES SILENCIOSOS

    ResponderEliminar
  3. Me dan risa los chilangos cuando se quejan del calor, si estuvieran en playa se morirían.

    ResponderEliminar
  4. Me comentan que tu novia ya te regaló otroooo. Pása el que te sobra no???

    ResponderEliminar
  5. Te vas a enfermar con tanto aire y luego salir al sol.
    Chiaaale, soné a mi mamá!

    ResponderEliminar
  6. No pos acá a 12C...qué te parece...creo que me vine en los albores del fin del mundo porque todos me dicen que:
    1.- este ha sido el peor invierno en 130 años
    2.- esta primavera ha sido la más fría en los últimos 35 años

    Bah...

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo nosotras no soportaríamos la corbata... pero ustedes no soportarían ser mujer con tacones altos ni por 30 segundos...P.S. Comparte ventilador NO?

    ResponderEliminar