jueves, 15 de abril de 2010

El gas


Era la segunda entrevista de trabajo a la cual asistía en su vida. Había salido de la carrera de Ingeniería hacía ya 6 años y su trabajo actual lo estresaba en demasía. Él no estaba acostumbrado a convivir entre hombres de negocios, ni tampoco entre egresados de escuelas privadas del extranjero; de hecho, detestaba a sus compañeros de trabajo. Esa era una de las razones por la que había aceptado ir. Y, por supuesto, la paga. Ya había tenido videoconferencias con 2 personas y ésta era la entrevista decisiva. Era una compañía de gas natural en el área de ventas para la formación de un nuevo equipo que surtía gas hasta la Patagonia. Nada que ver con su trabajo anterior.

Eran exactamente las 12:15 PM cuando un joven de unos 28 años salió del elevador y se presentó -Hola, soy Claudio, el asistente de Miguel. Eres Rodrigo ¿verdad? Acompáñame, por favor-. Le señaló una puerta de cristal. Pasaron a una pequeña sala de entrevistas en donde había un rotafolios con algunas fórmulas, la frase 'puto el que lo lea' y la fecha del día de ayer. Claudio le ofreció un café y él aceptó con mucha seriedad. "Las tazas están en el gabinete blanco y el café junto a las servilletas. No hay azúcar ni crema. Voy por Miguel". Rodrigo se sintió ofendido. Pensó que no debió de haber pedido permiso en su trabajo para ir a un lugar como el que estaba, lleno de gente que vestía de jeans y de camisetas de equipos de fútbol. Un pensamiento absolutamente clasemediero. Él, por supuesto, iba con un traje Aldo Conti color azul marino, camisa blanca y una corbata que había comprado en rebaja en Suburbia color café oscuro con unas pequeñas rayas blancas verticales bordadas muy separadas unas de otras, simulando el juego de video 'Nesapon'. Sus zapatos tenían suela de goma y no se había puesto loción simplemente porque no usaba.

Tomó una taza publicitaria de la compañía y se sirvió café, el cual estaba ya quemado. Llevaba, al menos 5 horas calentándose. Se llevó la taza a la boca y escuchó que alguien que hablaba en voz alta se aproximaba con pasos firmes y pesados. Se sentó en la mesa tubular y vió a un sujeto con camisa de mezclilla y khakis entrar por la puerta. Tenía alrededor de 43 años, estaba un poco pasado de peso y tenía una gran mata de pelo. Le extendió la mano para saludarlo mientras hablaba sobre unos pedidos de gas natural. "No mames Cristoph, ¿crees que va a llegar la carga en 36 horas? Estás bien pendejo. Mejor contrata a otros y ya nos dejas de chingar". Rodrigo no daba crédito. De la empresa de dónde venía estaba prohibido hablar con palabras 'altisonantes'. Miguel colgó con un 'ya sé que te gustan gordas culero, por eso te voy a llevar al Tandem de Atizapán de Zaragoza. Huevos y adiós'.

Miguel se disculpó y procedió a preguntarle de qué empresa venía y porqué había aceptado la entrevista. Rodrigo le dió una respuesta de quince minutos. Habló de los porcentajes de ventas que había alcanzado, que la empresa de telecomunicaciones en donde trabajaba era la más grande del mundo, que tenía don de mando y por eso lo habían hecho Team Leader en menos de 2 años sin haber hecho prácticas profesionales, que tenía a su cargo a 17 personas, que aun cuando había estudiado en una universidad privada, sabía de las necesidades del consumidor -B, C y -C y demás gracias pseudo yuppies para impresionar.  Miguel lo escuchaba atentamente, mientras mordía la tapa de su pluma Bic, hasta que lo interrumpió y le dijo,  'Mira Rodrigo, no me engañas. Leí tú CV y me pareció interesante que habiendo nacido en un pueblo como lo es Montemorelos hace 29 años, hayas ido a estudiar al ITAM. Eres un luchón y eso me basta para tomarte en cuenta para armar este equipo de gente. No es fácil porque los horarios son de la mierda, pero la paga es excelente. Así es que sé que tienes tus complejos, pero aquí se te van a quitar. Hay de todo. Eso sí, no hay viejas y las que hay están tan feas como cagar parado. Pero mejor, así te concentras en lo que haces. Ahora viene Claudio a llevarte con Recursos Humanos para que te hagan una cita con los laboratorios médicos. Él te va a dar la fecha que te necesitamos ya aquí. Vas a ver que la vas a pasar mejor que con esos fresas de HP. Aquí está tu gente, la gente común, sin poses. Me caíste bien desde la primera vez y así es como deben de contratar a la gente hoy en día, nada de que si tienes o no maestría o doctorado o esas mamadas, vas a convivir con ellas un buen rato de tu vida, de menos que te caigan a toda madre. Te veo pronto y bienvenido'. Miguel le extendió la mano y Rodrigo le preguntó ' ¿Cómo sabes que voy a dejar mi puesto para comenzar a trabajar para tí?'. Miguel se detuvo en la puerta mientras la abría y le dijo 'Pues porque aquí vas a poder venir como quieras sin que nadie se burle de tu traje de 1500 pesos y zapatos de suela de goma. Sólo por eso'.

Rodrigo sintió un balde de agua fría por la médula espinal. Era verdad. No soportaba que sus compañeros se burlaran de su vestimenta y de su coche Ford Fiesta y de su novia diseñadora gráfica de una universidad sin ningún reconocimiento. Este era su lugar.

Llegó Claudio por él a los 20 segundos y le dió su pase para los laboratorios Polanco. Rodrigo antes de irse le preguntó si podía venir de jeans todos los días a lo que Claudio le contestó, 'Si y hasta puedes venir de tu camiseta de fútbol favorito. Tenemos un día especial para eso y hasta concursos hacemos.' Al salir, Rodrigo le marcó a su novia y le dijo, 'Bibiana, ¡por fin estaré en un lugar adonde pertenezco! ¡Hasta puedo venir con mi camiseta de los Camoteros del Puebla! ¡Y me quieren por cómo soy no por lo que soy! Por fin...una empresa con corazón'.

Rodrigo lleva trabajando en esta empresa de gas natural 6 años. Su colección de camisetas Quicksilver es más grande que la de cualquier patineto y es orgulloso poseedor de 13 jeans y 17 pares de tenis. Nunca más volvió a usar sus trajes Macazaga ni Aldo Conti gracias a esta entrevista de trabajo.

3 comentarios:

  1. Adolfo Rivas-Mercado15 de abril de 2010, 14:21

    Guey, qué pinche naco sacaste de tu mente! jajaja...
    Excelente descripción, encantadoramente tú...

    ResponderEliminar
  2. Camoteros del Puebla jajajajajajajajaja

    ResponderEliminar