“Generación Timbiriche”. Me cago de la risa. Para que un grupo sea considerado tan importante como para “determinar” con su nombre a una generación, tiene que haber un legado, una herencia, un aporte definitivo más allá del impacto que hayan tenido en su momento.
Una cosa es que Timbiriche haya sido un ícono de su época, y otra muy distinta que haya revolucionado, convulsionado o distorsionado algún microuniverso musical a partir de sus logros. Ya lo había escrito alguna vez con anterioridad en mi blog de las quejas personales. En ese caso, tendríamos que hablar de un “Generación Star Wars”. O bien, de una “Generación Nintendo”, si abrimos un poco más el rango de lo que queremos llamar “generación”.
Vaya, cómo no, las rolas de Timbiriche se quedaron incrustadas en nuestros discos duros. Pues claro, a huevo, si al ser el producto estrella de Televisa las repetieron hasta el cansancio en todos lados. Y una mentira dicha un millón de veces termina por maquillarse de verdad.
Porque ni su vestuario era original (de niños les pusieron esas pseudos-pijamitas, y de más grandecitos le robaron el estilo a Vaselina), ni sus rolas eran memorables (uy, Memo Méndez Giu o quien sea que las haya escrito se quebraba la cabeza con eso de ‘soy un desastre sin ti’), y el aporte motriz de los muchachos era francamente limitado (se encargaron de agotar este pasito de edecán de programa de Paco Stanley detrás del micrófono).
Les pongo aquí un reminder de cada uno de sus miembros originales para comprender la trascendencia de la gran (¡viva el sarcasmo!) “Generación Timbiriche”:
Diego Schoening.- Ace comerciales Ace.
Eric Rubín.- Su top moment fue cuando Alejandra Guzmán y Paulina Rubio se lo jalonearon con canciones y toda la cosa. Terminó casándose con Andrea Legarreta (mmmm).
Alix.- ¿Quién?
Mariana Garza.- Taaan equis. ¿Cómo estaba ese pedo de que su hermana era su mamá? ¿O al revés?
Sasha.- Este… sí. Exacto. Eso.
Benny.- Compuso el gran éxito “Cielo” en 1996. Pegó cabrón. Hace unos meses, sacó una canción que puede pegar. Se llama “Cielo” (Jean Luc Bisconte diamond bellagio remix versión edit). Dicen que viene con todo eh.
Mención aparte merece la propia Paulina, quien dos dos pescó un estilo y a pesar de que es súper cagante sí la hizo y se pepenó a un miembro de la realeza española con nombre de golosina, o algo así, y ahora no le falla al Hola cada semana.
“Generación Timbiriche”. Por favor, antes de decir tal mamada piénsenlo dos veces. La fórmula ni siquiera la repitieron. Más abundaron en los 80 las “boy bands” y otras cosas que el grupillo juvenil quesque atractivo.
Ah, y ya me cayó el 20, a propósito de sucesos recientes. “Generación Michael Jackson”, eso sí. A huevo. Ahí está todo en una sola persona: estilo, canciones que permanecen, rúbrica, bailecito, vestuario: todo. Eureka, eso somos. Ahí tienen, para que ya no anden arriesgándose a que la boca se les haga chicharrón al profanar sacrosantas etiquetas a razón de un grupillo cuyos miembros que, a diferencia de MJ, ni siquiera se han muerto como para llorarles.
Para eso, mejor picamos cebolla.