miércoles, 16 de septiembre de 2009

Malvibrada campista


No. Nein. Niet. No me gusta acampar. No me gusta dormir entre la maleza con una piedra enterrándoseme en la clavícula, ni con mosquitos zopiloteándome todo el tiempo, ni con nada de eso. No nací para ese tipo de aventura, detesto saber que tengo que adentrarme 50 metros en el campo para poder hacer pipí y tener .005 nanosegundos para bajarme pantalones, do my thing y subírmelos sin que me pique algún bicho extraño. Aparte de estas incomodidades, tengo una experiencia muy particular acerca de esto por la cual, me negué a regresar no sólo a la Costa Esmeralda en Veracruz, sino también a acampar.

Intenté acampar en varias situaciones: con girl scouts, con amigos en la jarra, con novios y exesposo en playa. No, no puedo evitar poner una gran jeta cuando algún galán me dice 'Me encanta acampar y estar en contacto con la naturaleza'. Eso significa que en cualquier momento tendré que dar mi brazo a torcer e ir a las faldas de algún pinche cerro a montar mi tendido. Me niego. O no voy o me voy a un Holiday Inn o a un hotel de paso. La última vez que acampé fue terrible y juré por todos mis muertos no regresar a ese endemoniado lugar y nunca más acampar. Porque sí, en verdad estaba endemoniado.

En Veracruz hay un lugar hermosísimo llamado la Costa Esmeralda que se encuentra cerca de Tecolutla y Nautla. Hace algunos años fui con mi exmarido y excuñados a visitar la zona y a ellos se les ocurrió la fantástica idea de acampar. Era Semana santa y el clima estaba pocamadre. Así es que subieron muy a mi pesar la tienda de campaña al coche y nos enfilamos hacia esta costa. Ya en el camino, me dió un poco de mala espina porque me picó una cosa que se llama tábano y el muslo se puso del tamaño de Sonora. Pues después de hacer varias paradas y comer unas gorditas asquerosas que nos dieron diarrea a todos, llegamos a un paraje donde pudimos quitar un poco de hierbas y acampar.

Eran ya las 6:30 pm cuando terminamos de acomodar todo y teníamos muchísima hambre y ya se nos habían terminado los Fritos y los Cheetos. Tragedia Nacional, yo comenzaba a ponerme mal de mis sentimientos y para evitar esto, mi excuñado dijo que iba por unas cocas lait y provisiones. Juan, mi ex, lo acmpañó y Edith y yo nos quedamos en la dizque fogata esperándolos. Al irse, Juan me dijo que era un lugar lindo y que le gustaría comprar unas hectáreas para dejar todo, el banco, su moto y el circuito El Sope para irse a viviar ahí. Si, ya ya ya, claro, luego lo vemos, mientras tanto, tráeme unos tamales.

Pues ahí nos quedamos Edith y yo platicando y fumando cuando vimos de lejos a dos personajes con sombrero, o sea, locales. Saludaron muy atentos y nos dijeron que no era propiedad privada y que sí nos podíamos quedar, sólo que debíamos tener cuidado porque decían que espantaban en la noche. ¿En la noche? Pero si ya eran las 7:30 pm!! Bueno...uno no cree en eso y a mí no me asusta nada sobrenatural. Siempre trato de encontrarle una respuesta lógica. Pues después de ese Memorándum, los señores se fueron y uno grita al fondo, 'Oiga, dígale a su esposo que ahí luego lo veo para lo del terreno!', mmmm....qué raro, bueno, uno nunca sabe, a lo mejor platicó Juan con él cuando fue a la tienda y el señor llegó primero...no sé, mil cosas.

Pues llegaron nuestros salvadores y con muchas provisiones. Después de hincarle el colmillo a unos antojitos veracruzanos, le pregunté a Juan si había visto a dos señores con sombrero de paja y uno con bigotazo. Me dijo que no. Le pregunté si había platicado lo del terreno con algún local y me dijo, para no variar, que estaba loca que sólo me lo había dicho a mí. Bueno, bueno, nomás preguntaba. Escuchábamos músiquita y platicábamos de mil cosas haciendo sobremesa cuando se detiene la música y la fogatita esa que teníamos, se medio apaga. Mi primera impresión fue, 'se fue la luz'. Pendeja. Mi ex cuñado es el hombre más miedoso que hay en la faz de la tierra. Se puso mal y dijo que nos estaban siguiendo. Le dijimos que no, que cómo creía semejante cosa y escuchamos unos pasos en la maleza. Juan y Armando, los hermanos en pleno ataque de histeria y las mujeres, Edith y yo con la lámpara apuntando hacia los arbustos con la luz...bueno, pues nada, lo que se suponía. Les dije que ni madres que yo iba a hacer como en las películas la pendejada de ir a ver, si quieren algo, que vengan por mí, ni madres que voy a darme una vuelta a ver que veo. En ésas estábamos cuando regresa la música y yo, siempre fiel a mis principios científicos, les dije que seguro era un corto en el estéreo. No me creyeron, ni yo me la creí.

Les propuse irnos a un hotel en la carretera y Juan y Edith dijeron que no, que ya estábamos ahí y nos iba a tomar mil años quitar la tienda sin luz. OK. Yo ya estaba muy molesta...muy emputada, pues. Se acabó el CD y dijimos, es hora de hacer la meme, todos muy muy muy, pero muy inquietos. Ya estábamos acomodados en la tienda y afuera oímos pasos, literal, de, yo le calculo, unas 3-4 personas. Me dice mi cuñada si lo escuché y le dije, si pendeja, pero por caridad, no te muevas, han de ser tlacuaches. Unos tlacuaches muy grandes porque se veía un tipo sombra por la tienda. Juan estaba a dos de darle un coma diabético y le dije, griten y digan que quién es!!?? Gritaron los hombres y nada, seguían los pasos. Hasta que después de como 5 minutos se fueron con ruido del río cercano. Salió de la tienda de campaña Armando y no había nada, pero las papitas estaban regadas. Caso resulto. Un tlacuache. ¡Qué les dijeee! Ya con esto nos fuimos a dormir un poco más tranquilos.

A las 4:38 am (llevaba mi relok Casio Baby-G) me despertó una especie de murmullo e inmediatamente volteo para ver a los demás y veo que estaban con los ojos como platos y Armando con el ojo Remi. Qué pasaaaa, díganme!! Me dice Juan en el más bajo de los tonos. Hay personas afuera y no sabemos qué hacer. Puta madre. No sé, no sé qué hacer. Por primera vez en mi vida no supe qué hacer y me invadió algo que pocas personas experimentan que se llama terror. Mi respiración bajó, mi visión se volvió frontal y mi corazón latía a mil por hora. estaba a punto de desmayarme. Así estuvimos como 30 minutos escuchando los murmullos pero no escuchábamos pisadas. Presa del pánico, Edith se hizo pipí. Terminaronlos murmullos y les dije, me vale madre, no empacamos, voy a tirar la tienda y nos la llevamos así en la camioneta, me vale madre. No lo pensamos ni dos segundos. Estábamos listos para irnos en 6 minutos.

Nos fuimos y al voltear hacia atrás recuerdo esa imagen como cuando sales de la anestesia general, muy vívida, a los dos personajes con sombrero viéndonos de lado, Juan también los vió.

Después de esto, juré nunca más acampar ni en Veracruz, ni en los alpes Suizos. No sé si esto fue producto de nuestra imaginación o en realidad pasó. No quiero analizarlo mucho. Evito hablar de ello y no me gusta acordarme. Pero lo comparto para desmentir sobre cuestiones que uno no se puede explicar. Sí, sí existen los eventos inexplicables.

10 comentarios:

  1. La mano peluda en pleno Veracruz. jajajajajaja

    ¡La puta mano peluda!

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  2. ¿No era la bruja de Blair región 4?

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  3. Me robaste el comentario (haré como que Tavinho no dijo nada0.

    Y entonces escribieron un guión, lo vendieron, filmaron Blair Witch y se hicieron millonarios. Vamos otra vez!!

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  4. Los muertos están entre nosotros, unos más protagónicos que otros.

    A mi todas esas historias no solo me parecen ciertas, me excitan literariamente. Yo me sé una técnica muy útil para que te dejen en paz, pero no sé si desprevenida, de noche y en persona, tuviera el temple para hacerlo.

    Qué buen post!

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  5. Olis, se dice que hay energías que se quedan en un lugar y son capaces de joder y joder sólo por el gusto o para alimentarse de tu energía y no pasa de un buen susto, que bueno que te tocaron dos de esos, lo jodido es cuando desean invadir por completo tu territorio y hasta tus sueños, esos son los que a mí me dan terror.
    Buen post, lástima que tuviste que pasar por eso, yo viví un año en un departamento, que de verdad, no regreso ni aunque me paguen, quien vive ahí termina por creer aunque no quiera.

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  6. Liv...qué pinche miedo!! Estoy de acuerdo con Flais...no pasa de un buen susto...te acuerdas de la foto que te enseñé que sale toda mi familia y sale una persona desconocida? Bueno, pues en la casa de tlalpan así es...no vuelvo ni aunque me paguen!

    Excelente post...

    Te extraño...cómo te tratan los alemanes, seguro muy bien...jaja

    ARM

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  7. Bueh... pero al menos en México los fantasmas no hacen nada... para fantasmas ojéis, pero ojéis-ojéis no hay como Alemania... ah no... este... no... bueno, bye...

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  8. Jajajaja, inchi Pacasso, el jorobado de la Puerta de Brandenburgo es el pior. Lo quesea tu narración me encantó.

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  9. a lo mejor era Jason en version latina y con hambre por eso se comio las papas jiji

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  10. Muy buen post!!! Me ha hecho reir... siempre me acojonaron esas excursiones con ruiditos... por eso siempre me llevaba unas buenas botellas y lo que haga falta! Para dormir como bebe!

    Donde haya un buen hotel... con su buen bar...

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