jueves, 3 de septiembre de 2009

U turn

Mis consideraciones acerca de los desvíos fluctúan entre la locura y la cordura. Se aprende no sólo en la toma de decisiones, sino también en reservarse el derecho de elegir. Como mujer, tengo un sexto sentido que, si mis lectoras no me dejarán mentir, las mujeres somos buenísimas en saber si algo te vibra de la manera correcta. Qué es, no lo sé, pero las veces que le he hecho caso a mi instinto, todo ha salido a la perfección...dentro de mi insanity.

Voy directo a un tema banal, pero a la vez importante: las vacaciones. Viajar es una parte importantísima de mi vida, casi a la par de trabajar. Me gusta experimentar nuevas sensaciones y entender otras culturas. Pero...no me gustan las incomodidades...no permito de ninguna manera acampar en ningún lado, ni tampoco quedarme a dormir en bancas de parques. Aunque sea en un hostal, pero quiero una cama y un baño donde lavarme los dientes no sea toda una odisea. A mi ex también le gustaba viajar...y acampar...ahora viendo hacia atrás, supongo que esa fue una de las razones por las cuales al final nos dejamos en paz.

En un esfuerzo por vincularme a su vida de contradicciones porque era broker financiero en una casa de bolsa e intentaba una vida de hippie apestoso por la otra, organizó un viaje a Playa Michigan los dos solos. Un jueves, pasó por mi al trabajo en la tarde y nos enfilamos hacia Zihuatanejo. A mí, algo raro ya me latía, esa sensación de que algo iba a salir mal, pero nunca la externé, me lo callé muy prudentemente. Para cuando llegamos a Acapulco, en la desviación hacia Oaxaca e Ixtapa, el cielo se cerró y comenzó a llover a cántaros. Juan blasfemó en contra del Dios de la lluvia y yo callada....escuchando 'You and me' de The Cranberries.

Llovió las dos horas que hicimos al pueblucho ese que está lleno de narcos y de eperristas y de guerrerenses con machete en mano dispuestos a hacer carnitas a cualquier extranjero que llegara...el pueblo es Tecpan de Galeana. Y del lado izquierdo, ya pueblo dentro, había una desviación que no tenía letrero pero que Juan aseguraba por todos sus muertos que esa era la entrada o salida, según lo quieras ver, correcta. La pasamos y más adelante había otra...o sea, eran 2 desviaciones. Eran las 10 de la noche y la verdad, mi espíritu aventurero a veces no da pa' mucho. Yo ya estaba emputada, exclamó Lady Di. Me pregunta qué desviación tomar y yo le respondo calmadamente, pero con tono enérgico 'Cómo chingaos quieres que sepa si nunca en mi escamochera vida he venido a este lugar. Y creo que está peligrosísimo' Silencio. Después de 5 minutos de deliberar con sus 3 neuronas decidió tomar la primera desviación. Error. Pero yo callada. Nos metimos en un campo de platanares...sin luz, obviamente y sin manera de ver si a dos metros nos iba a salir un ejército o el Chupacabras. Juan pálido, me comenta lo siguiente 'La cagué'. Yo, callada.

Después de dar mil vueltas por los platanares llegamos a un claro y a lo lejos vemos una linterna que se agita...no, son dos linternas...no no no, son tres y vienen hacia nosotros! Enfoco mi vista de rayos Gamma y veo que son tres soldados con metralletas que nos quieren parar. Pensé '¡TE LO DIJE IDIOTA!' pero yo...callada. Juan se da una vuelta de Fittipaldi y nos damos a la fuga. A lo lejos escuchamos como los soldados gritan algo, nunca supimos qué. Más pálido que una cuija, Juan decide tomar la siguiente desviación. Necio. Sigo callada, pero estoy en todo. Al principo de este camino había un tipo motel que, de menos, podríamos dormir horizontalmente. Dejé que se fuera hacia la otra desviación y en pocos minutos estábamos en una laguna con una pequeña panga para cruzar a la playa. Habíamos llegado. Preguntó a un niño que si era Michigan, él contestó que si y pues da la casualidad de que la panga no funcionaba hasta mañana porque estaba lloviendo mucho y al parecer había una tormenta tropical. Yo callada.

Nos damos vuelta de nuevo y Juan me hace la acotación de porqué tan callada...bueno, pues esta situación es de Chevy Chase, nos acaban de perseguir unos soldados, hay tormenta, no tenemos dónde dormir y estamos en un pueblo de matones. Sugiero nos quedemos en ese motel a jetear y a lavarnos las patas. Mi sugerencia se hizo escuchar y realidad. Esa noche costó 700 pesos.

Ya ni qué decirles del viaje en sí que, nada más para que sepan, a Juan se le olvidó el techo de la casa de campaña que llevábamos.

Las desviaciones no necesariamente tienen que ser profundas, concienzudas, sobre qué maestría elegir o a qué ciudad mudarse. Esta desviación me llevó a tomar la decisión de nunca ir más allá de Acapulco o Ixtapa en Guerrero, a que no hay que tomar caminos desconocidos a media noche y que hay que llevar siempre una torta de lo que sea en caso de perderse.

6 comentarios:

  1. Adolfo Rivas-Mercado3 de septiembre de 2009, 6:44

    Qué terror...la milicia mexicana en Guerrero...ni un segundo me hubiera gustado estar en tus zapatos...menos con tu ex! jajaja

    beso....

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  2. Mira, para que te baleen no es necesario ir muy lejos. En el DF, Guadalajara y Monterrey se hace de dia y con testigos.

    Narcos, en todos lados. De hecho, actualmente Detroit que es ciudad de primer mundo y no se que tantas otras fregonerias es tierra de narcos mexicanos.

    Asi que ¿porque criticar un pueblo en Guerrero diciendo que es de matones?

    Tu aventura sirvio para definir tu divorcio y punto. Lamenta no haber tenido mas aventuras para acelerar el divorcio.

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  3. Amiga!!! Si, de verdad que fue toda una aventura, recuerdo cuando me la contaste, estaba muerta de la risa!
    Que el amigo de arriba no se nos ponga touchy, es la verdad! Aparte tienes familia en Guerrero y no por eso dejarás de decir la neta. Y ese no fue el punto decisivo para tu divorcio, es una anécdota y finito.
    Te extraño amiga!!

    Anaaaaa

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  4. Que en Detroit, DF, Lagos, Tanzania o La Chingada haya narcos, no quiere decir que en Tecpan, y en general todo Guerrero, no los haya. El pueblo, efectivamente, es de matones y narcos.

    Lo digo porque durante la universidad yo también fui a Michigan y playas conurbadas, como Paraíso. Viven del turismo, pero básicamente de la droga que se le vende al turismo. Y a veces las cosas se ponen feas y ves operativos, asaltos y encuentros a fogones, por lo que a pesar de ser un verdadero deleite, dejé de ir (Ahora, además, las playas están sucias).

    Sea como sea, fue chingón haber ido a esos lugares, donde (a la de a huevo) te desconectas del mundo y no tienes más que comer, dormir y coger. La pura vidaaaaa...

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  5. Entre dudar si dar o no la vuelta aquí y ponderar si las desviaciones son fracasos de navegación o parte del viaje, me quedo con la risa de leer tus "y yo callada...". Ad ovum.

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  6. Bueno, muy bueno, no sé por qué siempre me imagino que cuando yo leo tu blog al mismo tiempo lo está leyendo tu ex y me cagode risa de las caras que haría.

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