miércoles, 30 de septiembre de 2009
Septiembre 21, 1997
Vi todos los planetas apagados en su rostro. Vivía porque respiraba, pero ya ocupaba otro tiempo y espacio. Las necedades del cuerpo. La resistencia de los órganos igual a la de los fusilados que se empeñan en escuchar el segundo y hasta el tercer disparo.
El trato cotidiano no era este. Yo no solía hablarle con tal aflicción, ni ella escucharme con tantos tubos metidos en su garganta (siempre usó tubos, pero no como estos). Cuando la vida se transmite por conductos de plástico, la muerte se siente más viva que nunca. Tal vez lo único que se veía igual en ella eran sus pequeños ojos de semilla, sus chapas naturales y el sonido de la vieja válvula en su corazón, rítmica y constante durante 19 años.
Su defunción fue apuntada cerca de la 1 de la tarde, unas tres horas después de que mi hermana y yo la visitáramos en la clínica. El "stop" de la válvula le tocó a mi tía Tere, quien se encargó de sacar fuerzas para avisar del hecho. Yo no comprendí de inmediato la muerte de mi abuela Esther, pero me contaron que en los instantes finales, alguien le dijo: "Descanse señora, vaya con Dios".
Llegué a la clínica en la tarde y pude verla. Era increíble el cambio en su cara. No, no parecía dormida (como muchos dicen), pero sí carente de tensión y dolor. Apagada, desenchufada. No era ella; ya no estaba. Le tomé la mano y entendí que tocaba piel sin química. Mi abuela sin mi abuela. Un foco sin filamento.
Antes que dolor, hubo impacto, ese choque donde uno replantea y reacomoda sentimientos apenas la muerte ha agradecido nuestra hospitalidad para luego irse. ¿Quién me abrazaría y me apretaría los cachetes para decirme que era de sus consentidos? ¿Y quién nos haría enojar por hablar mal de mi padre? Todo cuenta, y en consecuencia, todo se echa de menos (hasta el lado oscuro... porque todos lo tenemos).
Odio cuando la muerte se disfraza de vida, usando al cuerpo.
Porque duele.
Inphi escribió esto bajo los influjos de "Homesick", de The Cure.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nudo en la garganta.
ResponderEliminarSuena fresco, y pensar que ya pasaron 12 años.
ResponderEliminarTe recuerdo en ese momento y sé cuanto te afectó, mi hermano, pero siempre he visto que te repones de la forma que sea y como sea y eso es lo que debes seguir valorando. Eres un fortachón con cara de niño, jejeje.
Un saludo desde las tierras donde a un turista lo atacó un cocodrilo. Can you believe that??????
¿ENTONCES... LO QUE ENTIENDO ES QUE HAY QUE ESCUCHAR HOMESICK PARA ESCRIBIR ASÍ?
ResponderEliminarMUY BUENO, INPHI, MUY BUENO.
Es el sentido de pertenencia mi querido InFi...ese no querer soltar y desear poseer todo, siempre, ahora, eternamente, perpetuamente...eso es lo ques causa grandes problemas en la vida y lo que hace que no aceptemos la muerte como parte de la vida...
ResponderEliminarPero aún así sí, se extraña a la gente...cómo no...! Sobre todo a las abuelitas...
La muerte que perpetuamente está añ acecho y como bien dices se disfraza de vida cuando va a dar el coletazo final.
ResponderEliminarYo pienso todo el tiempo en cuando acontezca la muerte de mi abuela. Estoy armada, con uñas y dientes contra ese momento y a la vez, cada día tengo que irla soltando un poco.
ResponderEliminarY mientras tanto, ella también va abandonando a su cuerpo, poco a poco. Entre ella y yo sólo quedarán nuestras almas.
Tendré que escribirlo mil, cien mil veces. Ojalá de un modo tan hermoso y sensible como tú.
La muerte de las abuelas y abuelos siempre es un tema muy complicado. Es algo muy cercano que alcanzamos a digerir aunque de una manera muy distinta, no sé, como que no sabemos bien a bien cómo hacerle para pasar el traguito amargo. Veo mucho juego de temas en el Milkbar y eso me emociona, siempre diferentes y siempre frescos como decía un comment anterior. Hay que seguir por la via de la exploración de temas diversos y fantásticos, duros y felices, dolorosos y cagados. Hoy celebro mucho el tipo de blog que tienen ustedes y los felicito.
ResponderEliminarMe están inspirando a crear mi propia comunidad de amigos blogueros y así hacer uno nuestro.
just one more and i'll walk away
ResponderEliminarall the everything you win turns to nothing today
and i forget when to move when my mouth is this
dry
and my eyes are bursting hearts in a blood-
stained sky
oh it was sweet it was wild and oh
how we...i trembled stuck in honey honey
cling to me
so just one more just one more go
inspire in me the desire in me to never go home
oh just one more and i'll walk away
all the everything you win turns to nothing today
so just one more just one more go inspire in me
the desire in me
to never go home
Oye Robert Smith, no sabía que no estaban haciendo gira, jijiji.
ResponderEliminaresa es la letra de Homesick o qué?
La semana pasada falleció la abuela de mi esposa y esto me hizo recordar esos días. Es algo bastante fuerte cuando se van los abuelos, pero especialmente cuando eres adolescente o niño; si eres niño seguro es el primer golpe de frente que te das con la muerte, incluso más fuerte si de niño viste morir a una mascota (que se entienda, cuando eres niño el hecho de que se muera la mascota es terrible, pero ver cuando la abuela se va, es sentir el dolor y aparte ver sufrir a tus padres).
ResponderEliminarMuy buen post Luis
Me acoerdé de un caso propio, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarLa muerte, tema triste...a veces aterrador y sin embargo inevitable. Ojalá todos pudiéramos aprender a verla como un paso a un "lugar" mejor, fuera del sentimiento de atadura que no nos permite "dejar" ir en paz a los que se nos van....
ResponderEliminarcontrario a lo que es Inphidelio, hoy escribió de un tema "bonito", jeje.
ResponderEliminarNo viví tan cerca de mis abuelos y desafortunadamente tampoco pude acompañarlos como me hubiera gustado en su muerte. Considérate afortunado por haber estado a su lado.
ResponderEliminarCualquier pérdida marca, por más que uno se prepare para ello pensando que son personas mayores o estén enfermos.
ResponderEliminarEse instante en el que te das cuenta el tacto ya no existe ni el sonido de su voz, te confirma que el dolor en el alma es muchas veces más intenso e insoportable que el físico.
a mi no me toco verla en esos dias finales pero recuerdo q no entendia nada, nose proq cuandoe res niño casi nunca te lo crees, la verdad yo lo comenze a resentir mas conforme creci, creo q mientras mas crecesams sensible te haces
ResponderEliminarte amo hermano
Eh leido la mayoria de tus post si no es que todos y pocas veces uno digiere un sentimiento tan fuerte, con lo que has dicho hoy maestro.
ResponderEliminarSaludos
De lo mejor que te he leído, porque hay muchos otros, algo similar viví, pero prefiero que lo leas el viernes.
ResponderEliminar