lunes, 22 de febrero de 2010

El libro rojo de la Ibero

La Universidad Iberoamericana. Oh paraíso estudiantil donde fresas y pachecos confluyen en un mismo jardín, y donde las aulas son un mero pretexto para la convivencia intercultural de ñoños y buenonas. Recinto sagrado en el que igual salen eruditos que sangrones dispuestos a pasearse con sus mejores trapitos. Inmueble de redención en el que nutres el intelecto mientras te sangran la cartera.

La Ibero fue el lugar donde pasé la mayor parte de mi tiempo de 2000 a 2005. El saldo de mi paso por la UIA es indudablemente positivo, con todo y que al final ya vomitaba cuando algún maestro se aventaba alguna cátedra mafufa sobre Lipovetsky o cualquiera de los teóricos de cajón.

En la Ibero (como supongo que sucede en cualquier universidad), abundan los mitos y las leyendas urbanas. Y hacia el final de la carrera, en una materia de periodismo que ya no recuerdo cómo se llamaba, a alguien se le ocurrió realizar un reportaje sobre esas historias no confirmadas que circulaban en la Ibero, para publicarlo en una revista que habríamos de imprimir.

Una de las leyendas, era que en la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero, escenario de sendas pestañas mías en días de harta fatiga, existía un preciadísimo libro rojo. Un codiciado catálogo en el que no se enlistaban libros… sino fotos y teléfonos de señoritas con matrícula universitaria que ofrecían sus servicios a cambio de recompensas económicas.

Es decir, sexoservidoras de la Ibero.

Haciendo una retrospectiva, la verdad es que el trabajo periodístico que realizamos fue francamente mediocre y patético. En nuestro descargo, debo decir que el profesor cubano que nos asignaron para la materia era un auténtico desastre que se preocupaba más en recitarles poemas a las chicas que en orientar nuestra investigación.

Hoy, si volviera a hacer ese trabajo, lo plantearía de una manera muy distinta y probablemente llegaría a una conclusión más nutrida. Sin embargo, 2005 era 2005 y todos éramos lo que éramos (Aguirre dixit: México es lo que es, ja). A quienes formábamos parte de ese equipo nos movían 2 cosas: el afán de descubrir el famoso libro rojo de prostitutas de la Ibero y balconear a quienes pudieran formar parte del mismo, y por otro lado tal vez tomar nota de unos numeritos y hacer realidad nuestras fantasías con algún nombre famoso del alumnado en turno.

El caso es que ni una ni otro. Lo que supimos fue que había un supuesto padrote que administraba la información de ese libro, al que llegabas únicamente si tenías la fortuna de hablar con alguien que ya lo hubiera localizado. Que las chicas que formaban parte del catálogo eran de las más cotizadas de la universidad, y que todas portaban alguna especie de distinción en su atuendo. Además, que atendían en una casa de Bosques de las Lomas por cantidades estratosféricas, y que tomaban extremas precauciones para evitar que quedara cualquier registro del encuentro.

Pero por más ímpetu sexoso que le pusimos jamás pudimos llegar a una conclusión precisa, ya sea por falta de tiempo, conocimientos o pericia periodística. El libro rojo de la Ibero se quedó tal como lo encontramos, en el difuso inconsciente colectivo de la escuela, y seguramente se mantiene como una de las más suculentes leyendas urbanas de la universidad.

Espero de todo corazón que alguien, algún día, sepa la verdad sobre ese libro rojo. Que desmenuce quién comenzó el mito, y qué ganó con ello. O bien, si encuentra el libro, que role los contactos.

Mera verificación periodística, claro.

10 comentarios:

  1. La Universidad Iberoamericana. Oh paraíso estudiantil donde fresas y pachecos confluyen en un mismo jardín... (cito a Memo Rios) - APLAUSOS!

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  2. Se te olvidó mencionar a los wannabes y mamadores, which is same shit.

    Me acordé del libro de American Pie.

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  3. Ah, el famoso catálogo. Yo me lo imaginaba como un álbum de fotos, con hojas adheribles. Lo del color rojo es imaginación colectiva fornicativa y no pedazos.

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  4. Seguro pasa en cualquier UNiversidad...Yo en una expo de sexo me encontré haciendo tremendo baile a una compañera de la prepa... el rumor lo confirmé con mis propios ojitos...
    Espero ese librito rojo sea encontrato. Claro , por mera verificación.

    NNK

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  5. Siempre hay una leyenda así no sólo en las unis, sino en todos lados...en la chamba, en la prepa, con tus amigos. Bah!

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  6. NNk pasa el contacto de la expreparatoriana, digo, para decir que tengo una amiga teibolera, hasdta ahora no puedo presumir ninguna. Y Bri, qué falta de pericia, tendrías que haber conseguido el libro como Columbo, Kojak o de perdis Magnum lo hubieran hecho.

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  7. Todos hemos escuchado del dichoso catálogo alguna vez; no dudo que haya chicas en el negocio...
    Amigas de la secundaria que se se conrtieron teiboleras si me tocaron, aun tengo contacto con una de ellas.

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  8. Es cierto, el rumor sigue vigente dentro de la universidad y si, cuenta la leyenda que tienes que saber exactamente con quien y como dirigirte dentro de la biblioteca para que te pasen tan suculento catálogo pero también se dice que tienes que tener cierto estatus socioeconómico y haber hecho méritos que te den sobrevuelo dentro de la escena social de la Ibero para poder acceder a dicho menú de carnes.

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  9. lo juro por dios, una ves, n un starbucks conosi una niña de la ibero, hermosa 21 años,y no dejaba de verme, nos sitamos al dia siguiente, pense q vivia n polanco, pero q va vivia n una colonia pobre n una vesindad, luego comense a dudar x q me contaba de viajes a europa, panama y siempre estaba muy bien vestida, todo fue muy rapido l caso s q me nos confesamos nuestras cosas y resulto q ela me dijo q le habia entrado a la prostitucion, y esto fue hace menosde 2 años asi q x ahi a de andar. Yo no se lo dellibro pero estoy 100% seguro q si hay prostitucion

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  10. hola! yo sé que publicaste este artículo hace más de 10 años, pero hay alguna posibilidad en la que pueda contactarme contigo? soy alumna de la ibero y la leyenda sigue vigente, tanto que vamos a hacer un documental al respecto!

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