miércoles, 17 de febrero de 2010

Tribeca Grand Hotel, 3 PM


Si bien he logrado un buen número de entrevistas colocadas en mis más altos anhelos, la mayor decepción como periodista la sufrí en 2008. Y más que decepción, alcanzó niveles de dolor.

Según mis registros, la primera vez que mandé un request para entrevistar a R.E.M. fue el 7 de julio de 2008. En el correo electrónico, me dirigía específicamente a un tal Betis Downs, representante vitalicio de la banda estadounidense. Al no recibir respuesta, un mes después envié una nueva solicitud, esta vez a una tal Rachel Colle, mujer que había logrado entrevistar a Michael Stipe hacía poco tiempo. De nueva cuenta me quedé sin respuesta.

El tercer intento lo hice a través del fotógrafo oficial de la banda, David Belisle, pero la naturaleza de sus funciones le impedían ayudarme de un modo determinante. En todo caso, me ofrecía las mejores imágenes del trío en vivo, pero no era precisamente mi idea.


No fue sino hasta que contacté a un tal Shane Cosme (otro agente) que el panorama comenzó a aclararse. Su contestación binaria llegó en el momento en que empezaba a perder la esperanza. Por alguna razón, R.E.M. no es mi grupo preferido ni mucho menos, pero su trayectoria, sus personajes y sus desgracias siempre me habían parecido peculiares y explotables. Stipe, per se, es un viejo encarado con la vida y un terco que se resiste a morir aun con su voz lacónica y su imagen de enfermo terminal. Especialmente catapultó este semblante cuando en 1994 se rapó para el lanzamiento del álbum Monster. El flacucho lastimoso, al menos a nivel visual, parecía ponerse en jaque.

Cosme y yo tuvimos contacto frecuente hasta octubre de ese año. Un sinfín de mails prepararon la escena para una resolución, fuese la que fuese. Y llegó.

Cuando yo me encontraba de vacaciones en Guadalajara, uno de mis grandes amigos en la redacción (a quien yo le había encargado el changarro, pero particularmente mi Inbox), llamó a mi celular para darme noticias. Mi petición de entrevista con R.E.M., como refleja el siguiente mail, había sido aceptada de parte de Warner Music:

Estimados:
La entrevista con Michael Stipe de R.E.M. fue aceptada y será presencial en la ciudad de Nueva York este miércoles 15 de octubre a las 3pm, hora de NY. El contacto es Shane Cosme y la locación es el Tribeca Grand hotel, 2 Avenue of the Americas NY.

El que fuese en Nueva York me sentenciaba. La haría alguien más. El corresponsal.

Y así fue. Yo no estuve con Stipe, aquel miércoles, en el lobby del Tribeca.

15 comentarios:

  1. Perseverancia, perseverancia. Eso es lo valioso

    ResponderEliminar
  2. TANTO ESPERAR PARA QUE LA TERMINE HACIENDO EL MENTADO CORRESPONSAL?? MENUDA MAMADA.

    ResponderEliminar
  3. El amo del terror, o sea yo17 de febrero de 2010, 3:58

    REM valía el esfuerzo

    ResponderEliminar
  4. que frustracion! ha de ser horrible eso, yo hoy soñe q conocia a madonna jajaja
    ayyy q lastima eso

    te quiero mucho hermano, te amo

    ResponderEliminar
  5. baaaaahhhh, REM no merece tanto esfuerzo, mejor hubieras entrevistado a Los Cadillacs, much better

    ResponderEliminar
  6. jajaja, uh que!!
    pero tampoco te puedes quejar, porque la más deseada de las entrevistas, con el mismísimo DAVE GAHAN, la perseguiste, pelaste, lograste e hiciste en NY!!!!! ;)

    ResponderEliminar
  7. Ahhh, eso que dice elianne no lo habías dicho, pedazo de mamador

    ResponderEliminar
  8. Como sea la perseverancia es lo que a uno lo debe mantener persiguiendo sus sueños y si este era uno de los casos como menciona el "autor", pues a seguir.

    ResponderEliminar
  9. Recuerdo tu cara de decepción y enfado después de tantos meses, pero como dice Elianne también la sonrisa cuando lograste ir a NY por la entrevista con DM.

    ResponderEliminar
  10. Hay personajes por los que vale la pena un esfuerzo extra, y otros por lo que sólo el esfuerzo. Sad, but true.

    ResponderEliminar
  11. Y otros, por los que ni el esfuerzo, jaja

    ResponderEliminar
  12. Tu post fue el mejor de la semana..

    Korova me quedó a deber...¡chale!

    ResponderEliminar