jueves, 6 de agosto de 2009

Diseños Industriales Mexicanos


Me sorprende sobremanera la capacidad del mexicano para diseñar, copiar y desarrollar maquinaria, adaptarlos a nuestras necesidades y darles un toque inconfundible. Somos una fuente infinita de ahorro, huevonería y creatividad. Esto lo podemos comprobar en autobuses, camiones de volteo, coches, elevadores, bóilers, lámparas y demás artefactos mecánicos que los hemos adecuado de manera que si antes decía "jale para abrir", nosotros lo hemos perfeccionado y ahora dice "jale hasta romperlo para después abrirlo con un desarmador y después taparlo con un olote".

De todos estos inventos como el vocho de herrería de jardín, el timbre de casa que uno tiene que hacer tierra para no morir electrocutado, los asientos de camiones que son para gente que sentada mide 50 centímetros de lo contrario no cabe y parada 2 metros para poder alcanzar el tubo; los dos que más han revolucionado la economía y sociedad son la tortilladora automática y la bicicleta de carga. Sin estos dos artefactos, ¿se pueden imaginar la vida cotidiana del mexicano? No tendríamos pan de dulce por la mañana, ni podríamos acompañar nuestros tacos de ejote con huevo a medio día. Una gran tragedia.

Pero, ¿qué nos llevó a desarrollar semejante avance? Vayamos con la tortilladora automática. Me imagino una imagen en los años de la Revolución a varios zapatistas con sus adelitas cocinando en algún paraje del Edomex. Las adelitas sufren al hacer las tortillas una por una a un regimiento de 250 pelados. Los señores, muertos de hambre, se desesperan y uno de ellos grita '¡Basta! ¡No podemos seguir así! Tengo una idea...' y rápidamente con unos alambres despegadores, rodillos y un anafre construye la primera tortilladora. Este individuo se llamó Luis Romero.

Años más adelante, otra persona llamada Fausto Celorio la perfecciona para llegar a nuestra máquina de hoy en día. Al parecer, mucho no se ha avanzado con relación a 1980, porque a la tortillería que yo iba en ese entonces y que acabo de regresar la semana pasada, la máquina sigue haciendo el mismo ruidito y sigue teniendo la misma tina para el nixtamal. Le pregunté al dueño si había cambiado de modelo y me dijo orgullosísimo que éste era el más moderno porque tiene un (sic) "innovador sistema de encendido automático". Estas máquinas de la compañía Celorio se exportan a California y Texas junto con sus operantes. Gracias a estas máquinas más de 630 millones de tortillas se consumen diariamente. Es de agradecer infinitamente a los que se hartaron de las tortillas hechas a mano por las adelitas y al señor Celorio por su visión de entrepreneur y hacer a las tortillas en serie como Henry Ford lo hizo con los coches.

Nuestro segundo invento. El más útil y estorboso de todos: la bici de carga. ¿Quién no ha mentado madres porque va en el tráfico a 500 metros por hora sobre Gabriel Mancera y uno piensa que se cayó la ULA y cuando rebasa a la cola interminable de coches es una persona pedaleando esta bici de carga ocupando casi dos carriles con alrededor de 40 garrafones Electropura? No, no, no mis lectores, pero si es de agradecer la invención de semejante transporte. No sólo es ecológico, sino que dos de ellas dotan de agua a un edificio gubernamental como el de la SRE de Reforma de 16 pisos o una sola da de desayunar a los 2500 albañiles de la obra del tren suburbano.

Y no sólo se trata de garrafones y pan de dulce...no no no no nooo, también he visto que transportan ruedas de 30 kilos de queso de puerco, pollos, niños que van a la escuela, ancianas que van al Domingo de Ramos, archivo muerto del SAT, libros de texto como los cuadernos Alfa, danzantes de Coyoacán, televisiones y Nintendos, 'falluca', maniquíes, huacales con nopales, bueno...infinidad de artículos...hasta una tortilladora en partes. No hay nada en el mundo conocido que tenga la versatilidad, flexibilidad y dimensiones incómodas que este transporte de carga. ¡No señor! Producto orgullosamente mexicano.

Y como estos inventos, hay miles más que me han hecho la vida un poco más complicada, pero muy divertida.

7 comentarios:

  1. Adolfo Rivas-Mercado6 de agosto de 2009, 6:17

    jajajaja! Muy bueno!!!
    Llévate la bici a Berlín y comercilízala...ya ves que son mega fan de la bicla.
    Se te olvida el aparato que inventaron para los raspados...el que es como una gubia...quién chingados se le ocurrió eso??

    Como siempre, me haces los jueves aunque esté en NY

    ARM

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  2. Muy buen post mi estimadísima.

    Vaya que si en México uno puede encontrar la bicla con 2 edificios encima, ya sea por gente o por cosas, pero siempre "cabe" todo.

    Una vez vi a 16 cabrones en un Shadow, no miento, yo iba ahí, jajajaja. Lo juro, sí cabíamos.

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  3. jejeje, muy bueno, estoy de acuerdo. No olvides también los carritos que usan para trasladar chatarra (dos ruedas) y que tienen un freno que es como un bote amarrado con un hilo y que el operador lo acciona parándose en él para aumentar la fricción y por ende disminuir la velocidad. Un abrazo!!!

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  4. Tiene razón el del apellido de galán de Televisa: si te vas de tortillera a Berlín, no mams lo millonaria que regresas. Seguro.

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  5. Amiga: aquí ando para que no digas jajaja muy bueno tu post y bastante interesante lo de las tortillas, aunque todavía conozco lugares donde las hacen a mano y no se si sea mi idea, pero saben diferente... más ricas =) besos

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  6. Querida,

    Siempre tan chistosa. No se te olvide pensar en los anafres esos que ponen en los puestos de tacos. 100% invento mexicano.

    Ya me vas a decir que si?

    Kruss

    LUCA

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  7. Y el laboratiorio del Dr. Chunga?? Ese es MUY mexicano!

    Saludos,

    Pablo

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