lunes, 17 de agosto de 2009

No lo vuelvo a hacer

Madrid, España. Septiembre de 2007.

Abro los ojos, y sospecho que por ahí entró la peor sensación de mi vida. Flanco derecho, un charcazo cafesoso con trozos de McNuggets húmedos, como recién horneaditos de mi estómago. En la cama de al lado, mi hermano HMI durmiendo.

No lo vuelvo a hacer, neto, no lo vuelvo a hacer. Me senté tratando de pisar tierra, pero todo se movía. Hadi, Hadi, hermano, despiértate... "¿Qué pedo?". Pues qué pedo, eso pregunto. Escalofríos en manada, uno tras otro, temblorina permanente, ojos irritados, y un malestar generalizado que no le deseo ni a mi hermano cuando deja la pasta sin tapar.

Estoy crudo. "Pues claro que estás crudo, cabrón". No mames, neto no lo vuelvo a hacer. Quité la sábana guacareada. Me sentaba, me acostaba, me volteaba, me acurrucaba, me estiraba, y todo nada más empeoraba. Ya sé, un regaderazo, ése nunca falla. Futs, pero cada pinche gota de agua parecía bala en Michoacán. Más caliente, más, más. Y no servía. De esas veces que tienes ganas de llorar, y sólo te dan más ganas porque nomás no puedes. No... es que... neto... no lo vuelvo a hacer.

¿Qué pasó ayer? (Acabo de ver The Hangover, por eso me acordé, jeje). No me acuerdo de una chingada.

Resulta que nos fuimos de copas, evidentemente. Vodkas en el primer bar: uno, dos, tres, cuatro, cinco. Una cuota normal para mis estándares. Pero nos salimos de ese lugar para irnos a "La Floridita", un antro cubano. ¿Qué chingados teníamos que ir a un antro cubano, si mi hermano HMI no sabe bailar, y yo sí, pero con los mismos pasos le pego a la cumbia, a la salsa, al merengue, al rocanrol, y al reggeatón si se descuidan? Pero bueno, ahí fuimos.

Llego a la barra. Un mojito por favor. "¿Para qué quieres un mojito cabrón?". ¡Tres mojitos! ( ya teníamos una acompañante). "Cabrón, yo no quiero mojito". ¡Tres! El barman, ni tardo ni perezoso, sirvió los tres y yo me largué a bailar merengue o lo que sea, con la chica en cuestión. Por supuesto, mi hermano pagó (mentándome la madre).

A partir de ahí no me acuerdo. Dice mi hermano HMI que me robé unos lentes que estaban en la barra, unos lentes tipo Woody Allen que aún conservo. Que bailé... no feo: horrendo, espantoso, deprimente, bestial. Que ya salí del lugar muy mal, y él con un whisky en la mano, mismo que le costó 15 euros. Y que antes de que le diera un trago, yo le pedí que me lo diera a probar. Y que como no me gustó, lo tiré al suelo. Así, 15 euros, al suelo, como agua entre los dedos. Que tomamos un taxi (en Madrid, donde todos tienen GPS) y que empecé a gritarle al taxista de que por ahí no era. Que nos bajamos frente al hotel y unas chicas buena onda nos invitaron a una fiesta, pero mis condiciones lo impidieron. Que entré al cuarto dando tumbos, y que al querer quitarme los zapatos, le solté unas patadas. Y que entonces, me quedé dormido tal como me fui al pedo.

Y que así desperté, con mi guácara de McDonalds protegiéndome fiel. No lo vuelvo a hacer.

Después de dos horas de lamentos y pesadumbre, logré vestirme y fuimos a un restaurante muy español. Y el encargado del lugar, conocido de Hadi, me dio una patata española divina, hermosa, la mejor del mundo. Con Tabasco "para que picara". Ahí medio curé mi cruda y la patata española la adoro.

Habíamos comprado en el duty free un Absolut Pear que se veía hermoso en mi maleta, pero que después de la aventura me daba asco nomás de verla. La dejé enterita en el hotel, así, sin destapar.

Un botones, o alguien del hotel seguro se puso un pedo gratuito. Yo desde ese día no tomo vodka. Porque no, no lo vuelvo a hacer.

7 comentarios:

  1. Haciendo un rápido análisis de contenido, era evidente que no estabas en México porque aquí, el vómito siempre contiene granos de elote y/o pedazos de zanahoria... lo que agrava la cruda pues además del '¿ quién es esta mujer sin una pierna que está en mi cama?' se suma el '¿zanahorias? ¿cuándo comí zanahorias?'... ah, aprovechando, mi bebida prohibida es el tequila...

    ResponderEliminar
  2. Hummmm
    Pues la ultima que pase asi fue hace muucho. Y yo tampoco lo vuelvo a hacer.

    2 semanas en obra supervisando sin dormir y mal comido, comida-cena de fin de año con los obreros, recidentes e ingenieros, cerbezas, tequila y brandi. La cruda fue poco, la salmonela fue lo bueno.

    Cuatro dias en el seguro social. Desde entonces estoy en el area de proyectos.

    ResponderEliminar
  3. El no saber qué hiciste es peor que ver lo que salió de tus tripas. El vodka no tiene la culpa, es excelente, me hubieras regalado ese Absolut.

    ResponderEliminar
  4. ¿Por qué darán 'blackouts'?

    Vomitar dormido no sólo es de lo más asqueroso, sino peligrosísimo...varios rockstars han muerto de esa manera... las vidas de varios, incluyéndome, han estado en grave peligro.

    Al igual que Pacasso, yo soy antifan del tequila.

    Y me hubiera dado mucho gusto compartir esa botellita de Absolut con Pepe!

    ResponderEliminar
  5. gracias por los recuerdos que hoy me dejas, no tiene mucho, pero recordar es vivir dicen por ahi...

    HMI

    ResponderEliminar
  6. Uy mano, y no probaste un vodka ruso de 40 de alcohol. Esa sí es una experiencia religiosa y no mamadas.

    ResponderEliminar