lunes, 1 de junio de 2009
Cuernitos mordidos (Entrega 9: LO QUE NO PERDONO)
Yo tengo una debilidad rascuache, sí, bastante rascuache, pero muy mía y me vale tres pepinos (con todo y cáscara) lo que se piense acerca de mis manías mañaneras: amo sopear los cuernitos Tía Rosa en leche con chocolate. Con ello, mi día puede empezar muy bien o muy mal. De ahí la importancia del buen "sopeo".
Esta delicia representa para mi sentido del gusto lo que unas boobies (bien diseñaditas, de buen tamaño, pero especialmente de forma y consistencia adecuadas) representan para mi sentido del tacto. Sí, soy bien apretujón y medio animal. Aren't we all?
Así pues, como Cristo, parto el pan con extremo cuidado. La medida de los cuernitos Tía Rosa son exactos para dividirlo en cuatro partes por cada vaso de leche de mediano tamaño, lleno hasta tres cuartas partes del mismo (lo dije con las patas, pero yo me entiendo).
El punto es que siempre parto primero las patitas de los cuernitos y después prosigo con la porción del centro, la más acolchonada, la que me hace emocionarme y salivar.
Posiblemente mi hermana Lawrence ya ni se acuerde, pero hace años (experimento profunda melancolía por aquellos tiempos de pleitos de cocina), cuando ambos compartíamos la casa de Mantúa, nos sentamos a la mesa a cenar y yo extraje de la despensa mi paquete de cuernitos Tía Rosa. Vasito de leche con chocolate para acompañar, ojos de antojo y, por fin, la división del pan en cuatro partes para sopearlo sabroso. Una exquisitez.
Me empaco los primeros tres trozos "mojados" y experimento una felicidad glotonesca incomparable. El bolo constituido por pan y leche me hace desfallecer de placer. Voy por el último de los sopeos porque siempre el último pedazo de toda comida es el que sabe mejor, y, ¡noooooooooooo!: veo la larguirucha y huesuda mano de Lawrence aplicando el madruguete, robando (cual pillo) el pan y llevándoselo a la boca de un modo tan voraz como naquete.
Y ya se la sabe uno: mientras yo respiro como fiera rabiosa a punto de soltar una mordida a su yugular, la hermanita graciosa lanza una sonrisita cínica, de esas que te dan en Pericoapa cuando vas a reclamar un artefacto defectuoso. O sea, le vale madres.
Porque es bien sabido que entre hermanos no existen las consideraciones entre lo masculino y femenino, ni entre el respeto y el chacoteo, mi reacción derivada del instinto no fue la de anunciar mi deseo de inmolarme, sino la de darle un muy reconfortante jalón de cabello a Lawrence para, posteriormente, depositarla en el suelo de la cocina mientras mi madre gritaba "¡suéltala Luis, la vas a lastimar!". No piensen que la defendía, yo soy el consen de mi madre, pero me agradan los momentos de cinismo de mi progenitora.
No, no la golpeé, pero en efecto mi hermanita chula terminó en el suelo. Sí, ya estaba grandecita. No, su ex esposo jamás se enteró. Sí, fui algo brusco. No, no me la prolongué. Sí, se pasó de azteca. No, ni con la tunda la he podido perdonar.
Concluyendo: el último pedazo de la comida, sea carne o postre, por ser simplemente el más suculento de todos, jamás se le arrebata a la gente. Y menos de un modo tan albañilesco.
De lo contrario... que venga el odio cegador.
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Jajajjajaja, lo del cinismo de tu progenitora me pudo matar!!!! Estou en el suelo de la risa, Inphi. Te quiero!
ResponderEliminares verdad, entre hermanos el género sale sobrando, y sí, que te apañen con lo que más amas o con lo que ellos saben que te prende es buscar pleito. Lo peor de todo es que por más que diga que se le antojó, seguro no lo disfrutó tanto como tú que hasta ritual tienes.
ResponderEliminarMis creencias personales me llevan a dejar siempre en el plato un pedazo de 3 cm. de comida. El bocado infeliz, la orilla desdeñada, la fruta no deseada.
ResponderEliminarEso ha degenerado en que cualquiera va y pica de mi plato, para evitar presenciar mi último desdén, no importa si apenas estoy empezando a comer.
Mi hermano, por supuesto, encabeza la lista.
Jajajajajaja luego no digas que porque te tengo en ese concepto de que hablas de las boobs a cada rato!
ResponderEliminarPero déjame decirte que yo también me como los cuernitos igual! Son buenisimos! Esas arbitrariedades dejan huella. A mi me la aplicaron a los 7 años con la cereza de mi pastel y casi mato a mi tía, jajajajajajajajaja
Jajajajaja!... Las peleas entre hermanos son las mejores!! Y que cagado que el mundo sea tan pero tan chiquito!
ResponderEliminarEsa Laurencia, qué llevadita.
ResponderEliminarjajajaja!!
ResponderEliminarpues mira...yo no sé tu hermana en qué estaba pensando justo en el momento en que decidió entrarle a tu cuernito, PERO, así como es grande el placer de echarte el último pedacito (saved for last), también es grande, muy grande el placer de aplicar el "matanga dijo la changa" y robarte algo del plato de al lado (especialmente cuando es justamente el último que quedaba)
eso sí, gracias a este post, por fin entiendo el "issue", la experiencia te traumó tanto, que no permites que NADIE meta mano en tu plato del postre, ja!
...viviendo entre 2 hermanos (hombres ambos), se aprende (porque tienes toda la razón, la "hermandad" no conoce género ni edad, así que fue a fuerza de varios enojos, jalones de pelo, tirones de silla, pellizcos de monja,etc)...así que como te dije, no te esperes al último, comete primero lo que más te gusta!!! (así, si te llenas, ya no llegas al ultimo pedacito por pura gula...o si tiembla y tienes que salir corriendo no importa ya te echaste el pedazo que más te gustaba :P) ja!
Los cuernos ni en pan son buenos, sobre todo puestos, cuantimás pegar una jalón de greñas a la consaguínea me parece una brabaridad, con un buen sopapo hubiera sido suficiente.
ResponderEliminarjajajajajajajajaa, bueno yo no he llegado a tanto, bueno si pero por causas mucho mas provocadoras jajaja, nunca por comida, ya que me ha costado dejar de comer y planeo mantenerme asi jajajajajajaja
ResponderEliminarpero te entiendo, yo amo el pan como tu o mas pero nose si mataria por el jajajaja
tqm!
Pues yo como soy hija única soy muuuuy egoísta y a mucha honra! Así es que nadie se atreva a tomar algo de mi plato porque se arma la de 'Rin-tin-tin'.
ResponderEliminarAhí les cuento la vez que mi ex comió de mi cereal que con tanto cuidado me preparé...con fresas rebanadas y un poco de canela y unas cuantas rodajas de plátano...fue causal de divorcio...
Y sí, yo sopeo las galletas Marías de 30 cts. con lechita hasta que estén aguaditas...qué le voy a hacer...cada quién sus fetiches...
SIEMPRE QUE ENTRO A ALGUNO DE TUS BLOGS, VEO QUE LA PERSONA LLAMADA "LA OLIS" HABLA DE SU EX. QUE ONDAAAAAAAA, YA MEJOR QUE REGRESE CON SU EX, NO?????
ResponderEliminarChale... la única cosa que no le he perdonado a mi vida no fue tan trivial...
ResponderEliminarJajajajajajajajajaja esa Lore!!! Me la imaginé perfectamente!!!! Luigi, entre la publicación de las conchas y esta, bueno, no sabes que hambre me da...el pan es mi mayor debilidad, no puedo!!!! Neta puedo aguantarme de comer cosas saladas sin problemas, pero no puedo dejar el pan ni por nada del mundo!!! Muy buen post...creo que ya se que voy a cenar hoy...
ResponderEliminarJajajajaja ese anónimo que escribió antes de Mac y después de La Olis que super mega metiche no???? O sea si "La Olis" quiere hablar de su ex, pues que hable....jajajajajajajaja puedo entenderla perfectamente...
ResponderEliminarLLevadita???? sólo se me antojó, eso es todo!!! de haber sabido que me iba a tocar dicha agresión, me quedo sentadita sin chistar... en fin, cabe destacar que en todos nuestros pleitos de hermanos, nunca de los nuncas pude darle un llegue a mi hermano, que aunque es más pequeño que yo, tiene una mayor habilidad física
ResponderEliminarTe quiero INPHI ja ja ja
chale... los hermanos siempre son bien gandallas... uno ke va a saber de "rituales" y esas mamadas!!
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarPues te ves lento.
Tienes una historia para comercial de TV, vendesela a Tia Rosa y cobrales en especie.
Dotacion de cuernitos soperos hasta el fin de tus dias.
Y apurate, porque igual y se agandalla tu hermana y termina sus dias comiendo cuernitos para verte verde de envidia.
Saludos
Hluot Firthunands