La única vez que llevé "gallo" fue en 1998. Y no todo salió como esperaba.
La primera cosa que uno debe decidir es simple: mariachi o trío. En mi caso, jamás he entendido a los sombrerudos en otra cosa que no sea una festividad, una boda, una graduación, vaya... un jolgorio mayor.
Así pues, conseguí el trío con soberana anticipación, lo planeé con cálculos exagerados, convoqué a tres amigos para que me acompañaran al rondín nocturno y me quedé de ver con ellos en un restaurante para cenar y pedir unos tequilas que reforzaran la garganta. La susodicha, en tanto, conciliaba al sueño a sabiendas de que el día siguiente era de escuela... y de examen. Nada más seguro que esto.
Avanzó la noche y en una calle cercana a la casa de mi entonces novia, nos encontramos con los compadres del trío (cumpliendo cabalmente el cliché de la panza salida, pelo lacio, uno de ellos con bigotito, el otro medio tímido y todos ultra cachetones).
El primer inconveniente se dio cuando el poli de la caseta estaba echando novio. Tardó como 10 minutos en abrirnos porque se había largado de su lugar asignado para ligar "nocturna e impunemente" a una de las chachas de la privada. Pero bueno, faje concluido, el muy imbécil nos abrió el portón y, con el sigilo de los escondidos en el caballo de Troya, avanzamos a puntitas hacia la casa 2.
Le marqué al celular a mi entonces suegra y, segundo problema, ¡lo tenía apagado la doña! Hube de aplicar la de la piedrita para avisar de nuestro arribo, a lo que por fortuna la ñora respondió rápidamente (de por sí yo tenso en mi debut cantor y estas chistosadas a la mera hora). En fin. Nos dejó pasar al patio trasero , caminamos, nos ubicamos y, justo cuando íbamos a arrancar la tanda de boleros con "Despierta", que piso mal en uno de los escalones y que me provoco un esguince instantáneo, cósmicamente doloroso. Estuve a nada de entonar yo la primera nota de la velada, pero me aguanté y los siguientes minutos marcaron un retraso aún mayor. Me debieron vendar el tobillo en la cocina.
Por fin, ya con mi facha bien elegante, con un zapato en un pie y con un vendaje en el otro, arrancamos la serenata tras el rasgón del guitarrón de don Vinicio (el tímido). El último de los colmos lo protagonizó la susodicha, cuyos ronquidos propiciaron su despertar aproximadamente cuando corría la cuarta canción de la noche. Hija de Lucifer. Ya para cuando se asomó muy mona, yo tenía ganas de recibirla primero con una mentada y luego una piedra en la frente.
Interpretados éxitos como "El día que me quieras", "Reloj", "Contigo en la distancia", "Cuando vuelva a tu lado" y todas las clásicas mafufadas que uno debe incluir en el setlist, al menos aquella noche finalizó como Dios no manda.
Sí, me invitó a dormir... y a rendir tributo al mundo horizontal.
Y yo me dejé.
Hay una foto de Luis con el pie jodido, esa noche!!!!
ResponderEliminarque hueva las serenatas. zzzzzzzz
ResponderEliminarHolaz!
ResponderEliminarQue gusto encontrar personas capaces de realizar tales proezas por una chica!
Aunque igualmente, un tributo, se paga con otro tributo...
Felicidades por una buena anecdota!
Los polis y las chachas, la clássiiiiiicaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarPero si tú la única que cantas es Estos Celos, y nomás cuando estás borracho!
ResponderEliminarjajajaja, cáaaaaaaaaalmate, pues por mucho que te hayan invitado a dormir, con tu suegra ahí al lado al pendiente de tu tobillito (sólo a ti te pasan esas cosas!), dudo mucho que haya sido el mejor de los tributos al mundo horizontal, ja! :P
ResponderEliminarcomo quiera, la intención es lo que cuenta, espero que el tobillo con esguince de 3er grado algún día haya pagado :)
osea, ella seguia dormida hasta la 4a cancion? jajajajajajajajajajaa, luis pero esq tu y yo sabemos q cone sas cancioens uno solo se duerme o se pone histerico
ResponderEliminarPara mi el mariahci o los trios, ay que dificil es, la verdad no puedo con ellos
tqmmm
Qué cosa puede ser mas rica que el mundo horizontal??
ResponderEliminarNada, pao, naaaada
ResponderEliminarVinicio, el tímido, jeje
ResponderEliminarSaludos.... Ernest
No quisiera calcular cuanto te costaron esas 4 canciones en los que la reina dormía. Jiji
ResponderEliminarAh...juventud divino tesoro.
ResponderEliminarEstoy con Sergei, me dan una flojera enorme y se me hace una gastadera de dinero sin sentido. Es una cuestión per-so-nal.
Me declaro fan del mariachi, confiezo que he ido al tenampa y aplaudo a mi cuñado que cada q traía gallo llegaba con las de tequila y nos avisaba a todos pa caerle a la serenata/fiesta...así si me gustan!!
ResponderEliminarNNK