Hoy precisamente estoy en el lobby que antecede a los 40 y en lo que espero a que doña Vida me lleve al ascensor hacia el cuarto piso, me he puesto a pensar en el hombre que no fui.
Nunca me puse un arete, jamás aprendí a tocar un instrumento, no sé nadar, casi no sé de mecánica, me es casi imposible dar vueltas al bailar roncanrol, soy un pésimo jugador de videojuegos, me muerdo las uñas y canto peor que Erika Buentfil cuando sacó su "Ya no te amo más".
A pesar de que cuando volteo para atrás veo muchos "yo" que no fueron, observar a mi alrededor a otros "ellos" que rondan también el cuarentón me llena de calma, es decir, la desgracia ajena me hace feliz.
No son pocos mis contemporáneos que ya no van a un concierto a menos de que sea el reencuentro XXVIII de Timbiriche, mientras yo vengo llegando rascarme la panza simulando la Gibson SG frente a mi compadre Angus Young (que ya se parece a Gollum) y su AC/DC. Y lo mío no es pose, si él puede tocar a los 54 vestido de colegial, así como Serrat todavía le dice en "Señora" a su suegra "recuerde usted antes de maldecirme que tuvo usted la carne firme", cuando el buen Joan Manuel ya es un pergamino, porque yo no puedo seguir siendo un rockero.
Los calvitos prematuros también hacen mi día porque yo todavía presumo copete a la hermanos Rigual, y qué decir de los que ya las nieves de tiempo blanquearon su sien. Hace poco un amigo que parece Gepeto, medio en broma medio enojado, me preguntó que qué tinte uso porque mantengo mi color café rata como alfombra con todo y que el estrés me tiró pedazos haqce un tiempo, pero ya se reforestó mi maceta.
Definitivamente en el lobby de los 40 me veo como de 38 y medio, pero he de reconocer que sufro una contradicción existencial. Resulta, y creo que eso ya lo conté, que cuando un mozalbete de menos de 20 me tutea, me enervo, digo "y este chamaco igualado qué se cree", pero cuando uno similar me sale con el trespesino dicho de "don", me pongo igual o peor, porque pienso, "este tarado porque me habla como si pareciera Susanito Peñafiel, si yo estoy joven".
En fin hay cosas para las que uno siempre es joven, como para morir. Si te vas al otro barrio a los 15, todos dirán "era un niño", si la estiras a los 28, "uy, qué bárbaro, era un chavo", lo mismo a los 35, pero si entregas el equipo a los 50, también dicen, "estaba muy joven", y pasa lo mismo a los 65, incluso los 69, porque después de los 70, la gente se atreve a decir como muletilla, "bueno, ya había vivido". Siempre vives o dejas de vivir no por tiempo sino por intensidad y mundo recorrido, puedes morir a los 99 y ser un hombre sin contexto, porque te la pasaste esperando a que la vida llegara enfrente de la tele que te embobó o puedes ser un crío de 18 y tener el camino recorrido de ida y vuelta, por terracería y asfalto.
A los 40 me haré mi primer tatuaje, aunque algunos crean que ya soy viejo para eso, pero no se detienen a pensar que si me hubiera hecho a los 18, a los 40 todavía lo tendría y sería igualmente un don, un ruco o un vejete. Me voy a tatuar unas piezas de rompecabezas, el símbolo del autismo, por cierto hace unos días fui a una conferencia sobre el tema y una tipa de Derechos Humanos nos salió con que no se les debe decir autistas, sino personas con autismo, así como no se les debe decir diabéticos sino personas con diabetes... ¿En esas estupideces invirten su tiempo y nuestros impuestos esos aviadores? Ahora tendré que decir "personas con hueva" no huevones, personas con pendejez, no pendejos. Total ya me desvié.
Mañana subiré al ascensor de los 40 y he de reconocer que no soy el mismo, porque soy el que soy y los que no fui. AC/DC me caía gordo a los 14 y hoy lo vi, pero pensando en que para mí esas siglas ahora son Ari Cortés y Darío Cortés y que efectivamente son dos hermanos, uno virtuoso y otro un guerrero, estarán juntos siempre para beneplácito de su viejo.
40 años de vida, y de ellos, casi un quinto admirándote. ¡Felicidades Pip!
ResponderEliminarTe vi el sábado pasado en tu festejo y la neta andas pegándole a los 38, desde mi óptica. No, no es cumplido.
ResponderEliminarClaro que cuando neceas con Sabina, ya valió madres. Se te pintan 67 canas en fa.
Felicidades de nuevo.
"puedes ser un crío de 18 y tener el camino recorrido de ida y vuelta, por terracería y asfalto"
ResponderEliminarMe encanto la frase, no importa el kilometraje, lo que jode la troca son los vaches.
Estoy totalmente de acuerdo con eso de los diabeticos y autistas, es igual que con los adultos mayores, yo sigo esperando que me presenten un adulto medio y a uno menor.
Lo que importa no es la palabra, importa si la utilizas para agredir.
Suerte en el cuarto piso.
Bueno, qué esperabas de esa gente, es de la generación de Fox con sus muchachas y muchachos...qué asco.
ResponderEliminarAmigo, pues te ves rebien y como dice Inphi, no es cumplido. Es la verdad.
Deja que los mozalbetes de veintitantos te llamen señor...¡que te respeten chinga!
Un beso y muchas felicidades...
Lieben Grosse
Me encanta esa frase de Picasso: toma mucho tiempo llegar a ser joven.
ResponderEliminarEs un asunto de kilometraje, no de años. Y recorrerlos como tú, paladeando el paisaje, sin falsas promesas, con honestidad amorosa, al día, es para celebrarse.
Felicidades, colega. ¿Me firmas mi playera?