lunes, 30 de noviembre de 2009

CLIENTAZO

En algún momento, no hace mucho tiempo, los medios comenzaron a utilizar la expresión para describir dominio de un equipo a otro. CLIENTAZO, denuncia la cabeza para anunciar la extensión de la racha, que para merecer el sufijo ‘azo’ ya debe ser de varios, bastantitos partidos, que denoten un patrón casi casi seguro.

Hoy día, en el futbol mexicano, no hay clientela más clara que la de Cruz Azul, equipo de mis mil amores, hacia el América, al que desde hace más de 6 años no logra vencer. Los medios ya han agotado todas las cabezas para presentar los hechos tras un partido Cruz Azul vs. América: Cliente, Clientazo, Paternidad, Pan con lo mismo, Papá, y más recientemente Quinceañera, a razón de los 15 partidos que han sucedido en ese lapso sin que la Máquina venza a las Águilas.

Por supuesto, ha llegado un punto en que uno se vuelve inmune a dichos comentarios y a las burlas, que ya de tan comunes pierden el chiste. He vivido esas derrotas en todo tipo de circunstancia: como aficionado en el estadio, como reportero en el estadio, como reportero desde la tele, como editor desde la grada, como editor desde la redacción, como vacacionista en Panamá tratando de encontrar un restaurante mexicano para ver el partido, solo, acompañado, con playera, sin playera, con enojarme, sin enojarme…

Y la única constante es: Cruz Azul tiene igual o menor número de goles que el América en el marcador final.

Mis allegados podrán constatar que hace mucho dejó de acongojarme tal situación, aunque no por eso dejo de desear fervientemente que la puta condenada racha se acabe, y me siga encabronando despuecito de los 90 minutos. Porque inherente a la clientela celeste va el simbolismo del sometimiento mental hacia mis amigos americanistas, que no son pocos.

Es extraña la relación que el aficionado adquiere con los acontecimientos de su equipo. Hay un empate emocional ahí muy difícil de explicar que se traslada a los demás ámbitos de la vida. Las personalidades de los clubes se mimetizan con su gente. El americanista es mamón, el chiva es naco, el cruzazulino es frío y el puma es pretencioso. Los 150 pesos del boleto del estadio no incluyen chelas, pero sí el derecho a sentirse humillador o humillado, según sea el caso, y a disfrutar o aguantar las consecuencias del resultado. Si pierdes, te chingas y te callas (o reclamas, si te chingó el árbitro); si ganas, ni quién te aguante.

El futbol es un universo paralelo que se vive y se desvive. Llevo 6 años y contando soportando ser cliente del América. Y ante esto, sólo me quedan hacer 2 cosas: aguantarme… y aprovecharme de las circunstancias actuales, disfrutar otra racha que existe, y agarrar las 8 victorias seguidas en CU para voltear y decirles a los Pumas…

Pinche CLIENTAZO.

7 comentarios:

  1. La naquez no es característica única del chiva... si hubiera un torneo de naquez, la afición del América sería campeonísima...

    ResponderEliminar
  2. Característica #2 del naco: No se acepta naco.

    (Paco, pensé q tendrías un comment menos "gastado". Muy Jorge Meléndez, y eso que ese es pu...ma.) jajaja

    La característica #1 del naco: ser chiva.

    ResponderEliminar
  3. bien dicho, no hay nacos más nacos que los del Guadalajara, jeje

    ResponderEliminar
  4. No creo que exista un seguidor de la maquina que no pase por lo mismo

    ResponderEliminar
  5. Buéh... al menos las gorras de los chivas son de tela, las de los del Cruz Azul son de papel café con polvito gris... y ultimadamadremente, yo le voy al Nottingham Forest...

    ResponderEliminar
  6. Me dejan fuera de la jugada muchachos...yo de eso si que no sé. No soy 'clienta' del Azul...soy 'best konto' de los Pumas...ggrrrooaaarrr!

    ResponderEliminar
  7. Yo soy águila, pero mamón no, sólo superior.

    ResponderEliminar