-Place of birth?
Mexico City
-Nationality?
Mexican
-What is your business in London?
I'm going to conquer Europe and I will start with London! Could that be a 'real' business?
El oficial de migración esbozó una pequeña sonrisa, plantó el sello en mi pasaporte y me señaló la salida. 'Good luck with that one little lady!'
¿El año? 1990. Una época en donde podías llevar shampoos de 1 litro, fumar en la cabina, ponerte hasta la madre con las botellitas GRATIS de alcohol, recitarle una bomba yucateca al de migración y aduana sin que te torturaran con clavos en las uñas, entre miles de cosas más. Mi primer viaje transatlántico sola. Un año fuera del país a estudiar como se debe el brit. Y mi primer encuentro sin mi agente e intermediaria: mi madrecita.
A los 16 años ya se está bastante huevón como para tener a la madre o al padre de uno a su lado y te interrumpan cuando quieres hacer valer tu voz y voto. 'How old are you?', 'I'm..!!', Mi madre interrumpe, 'She's 12!! She looks a lot younger don't you think?'...chales. Todavía cuando vamos las dos al doctor, ella contesta por mí aunque llevemos 9 años de no vivir juntas y no tenga idea de mis achaques. Así es que entenderán que a esa edad, esta libertad era una verdadera delicia. Aquí fue cuando supe qué significaba en su sentido más lato lo que nacionalidad significa. Supe que a los colombianos los tienen en cuartos separados preguntándoles una especie de cuestionario Proust y en ese entonces necesitaban visa para 1, 5, 10 días; que los japoneses se ponen todo tipo de vacunas para ir a otro país y que los mexicanos son estigmatizados por viajar con cajas de cartón de jabón Zote y que viajamos en burro y comemos chili con carne.
Pude ver y experimentar que el orden en los países sajones es fundamental y ha sido la razón de su éxito rotundo como nación...pero es aburridísimo. Todo funciona, todo está sincronizado, todo tiene una razón de ser. Asimismo, me di cuenta de nuestra herencia española al ir de visita a Madrid y ver que la mitad de las cosas servían, se meaban en los postes y pendejeaban a diestra y siniestra. Me sentí completamente en casa. Nunca olvidaré que en un lugar de café y chocolate caliente, los dueños, marido y mujer, se peleaban enfrente de los clientes como mis tíos en México lo hacían: preguntándole al de al lado si sí o no tenía razón de su enojo.
Pero al paso del tiempo, después de que dejó de funcionar el Concorde, de que se chingaron a las Torres Gemelas, del atentado en Londres en el metro, del atentado al Pentágono, de Atocha, del mal funcionamiento del nuevo Airbus, de que prohibieran fumar en el avión, que no puedas llevar de contrabando el shampoo 'Your hair smells terrific!', de la caída del muro, que te tomen lectura de retina á la 'Blade Runner', que dos terroristas pasaran por Heathrow líquido para bombas y de ahí que no nos dejen subir ni Binaca, que los colombianos sigan teniendo las mismas o peores restricciones que hace 15 años y que nosotros ya hayamos pasado de viajar en burro a ser narcotraficantes, el mundo hace más evidente nuestras nacionalidades.
El sueño de Simón Bolívar de unificar América ha sido dividido por una barda que va desde Tijuana, hasta mi Matamoros querido, como diría Rigo Tovar, dividiendo el norte del centro y sur sin dar oportunidad a integrarnos y unirnos. Hemos sido excluídos de nuestro propio continente. Ni hablar.
Mi nacionalidad es mexicana porque así es. No me he cuestionado si me gustaría ser sueca o finlandesa o guatemalteca. Soy lo que soy por mis circunstancias y mi actuación va de acuerdo a mi pensamiento: para mí no hay fronteras ni nacionalidades. Mi aduana es tax free y no se necesitan visas para entrar a mi vida. Pueden dejarse los zapatos, el cinturón (en algunos casos) y no hay semáforo qué pucharle.
jueves, 8 de octubre de 2009
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Como siempre, me gusto me gusto me gusto!
ResponderEliminarBesote Olis
Clau Ortega
wow...tienes homesick right?
ResponderEliminarFeel hugged...
ADO
Jamaicón, jamaicón! ya se le echó el ja-mai-cón!
ResponderEliminar¿Qué es jamaicón?
ResponderEliminarOsea, jamaicon en jalisquillo, significa joto amiga. y no pides visa, mmm si pedegri aunque a veces lo dejas a un lado y hasta tacos de buche degustas, jajaja un abrazo, ya me llego mi hermosa postal.
ResponderEliminarJamaicón es en referencia a un jugador de hace varias décadas llamado el "Jamaicón" Villegas, que lo mandaron a (déjenme investigo qué país) a jugar, y decidió regresarse a México porque extrañaba la comida de su mamá.
ResponderEliminarPero ps como que a mí no me sonó a Jamaicón el post, más bien como que le pegó la nostalgia de una época en que viajar era más sencillo, mucho más.
Y sí, bonito es cuando ves en otro lado algo parecido a casa, como mi carnal HMI cuando se puso a platicar en NY con el carnal que vendía hot-dogs y shawarma... en árabe. Como en su casa.
Nuestros nietos no nos van a creer jamás que antes uno podía cotorrear con el de migración.
ResponderEliminar(Aunque he de confesar que cuando fui al Super Bowl, el de la migra me preguntó que por qué tan solita).
Dicen que la nostalgia depura la memoria, nublándola. ¿Será?
Me encantó este blog, como siempre! además aprendi gracias a los comentarios de dónde viene lo de jamaicón.
ResponderEliminarAl Jamaicón le pegaba la nostalgia y no jugaba un carajo, pero a ti la nostalgia te hace escribir bien y bonito, además recuerdo esos tiempos y también los extraño.
ResponderEliminarExcelente narrativa de los cambios que hemos sufrido y de todo lo que disfrutamos en aquella época, aunque ahora hay otras cosas. En verdad nos trasladas a la situación y momentos de una manera magistral. Eres grande Olis!!! Te extrañamos!!
ResponderEliminarPor cierto creo que ahora el Jamaicón tiene un lugar de birria que es excelente.
Muy bueno amiga, como siempre... me gustó!!!
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