jueves, 15 de octubre de 2009

Capítulo 35.8


No me había tomado la molestia de pensar en recuerdos pasados de mi vida entera. No sólo de un capítulo ¿saben a lo que me refiero? Es a tomar la dedicación de repasar eventos insignificantes que van constryuendo recuerdos más grandes y con forma. Evento A junto con evento B me lleva al todo que es el evento C.  Supongo que es una característica de mi edad. De repente me encuentro absorta en mis pensamientos tratando de acordarme del valle en donde me encontré una araña patona y mi madre me decía algo así como 'no te hace daño, no la mates'. No recuerdo cúantos años tenía, ni tampoco la razón de estar en ese lugar, pero lo uno a varias escenas y las pego...y trato de pensar en ese momento, pero no logro recordar más. La memoria me falla, mis recuerdos se extinguen.

Esos collages, esos Pinnwands, esos pedazos de vida se 'espuman', como decía mi primo Ricardo cuando tenía 5 años. El olor a chiles que salía de la cocina cuando mi abuela cocinaba adobo; la textura de mi uniforme de la primaria; el viento de la tarde en la cara cuando me recargaba en la barda de la azotea de mi casa; la vena saltada de mi mano derecha cuando me asía del pasamanos; el olor de mi casa de Coyoacán; la angustia de pensar que mi madre no regresaría de trabajar; la sensación de la piel humedecida por el sudor cuando tuve sexo por primera vez; el calor de los abrazos de mi tía Camenchi...y no más. No hay una película que siga después de eso. Una escena y se acaba.

Sólo pedacería, sólo fragmentos de mi vida que no forman un todo. Y me pongo a pensar que no somos mas que el ahora y la experiencia adquirida inconscientemente, como cuando un niño se quema con el fuego para ya nunca más volver a tocarlo.

Si los recuerdos eran antes frescos, tangibles, con sabor, olor y resaca, si no se les remueve, si no se les trae al frente, se desvanecen y con ellos, parte de nuestra vida. Irónicamente, no hay alguien o algo externo que nos haga olvidar, simplemente se van porque no se usan.

No sé si es bueno, malo o regular. En realidad no lo califico, ni tampoco me interesa hacerlo. Es simplemente lo que es. No usamos estos recuerdos, estas fotografías, estas voces en off que han sido parte de nuestra vida y de lo que somos, por eso se extinguen. Se van y no logro recordar qué momento de la vida me haya hecho sentir tan viva, frágil e instantánea.

10 comentarios:

  1. Excelente, excelentísimo, soberbio post. Eres genial para hacerme sentir ahí y despertar cuestiones que estaban dormidas en mi mente.

    luv u

    ARM

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  2. ¡¡Excelente como siempre!! Estoy de acuerdo por eso debemos platicar y recordar a los que se nos han adelantado, para evitar que de desvanezcan.

    Un abrazo!!

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  3. Ay como me hiciste recordar!!!
    Besos!
    Claudia Ortega

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  4. Ahora entiendo algunos de tus pasados posts.

    Te ofresco disculpas, por necesidad he recurrido a todos mis recuerdos para lograr una pelicula sin cortos de mi vida.

    A veces olvido que no toda la gente ha necesitado ese tipo de ejercicio.

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  5. Los recuerdos nutren la cabeza y la mantiene trabajando. A mí se me empiezan a olvidar las cosas. Chale.

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  6. Algo te dejan esos recuerdos que aunque parecen aislados construyeron lo que eres ahora, están aunque no los recuerdes siempre, están.

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  7. hola amiga. Está buenisimo. Atinada como siempre.

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  8. Me hiciste pensar mucho, Oli. Ya postearé sobre ello.

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