miércoles, 23 de diciembre de 2009

La cena korovesca

Los lectores no están para saberlo, pero yo sí para escribirlo. Anoche nos reunimos cuatro de los korovos en "el lugar de siempre" para celebrar, festejar, hablar, cenar, reír, extrañar, recapitular y, sí, también decirnos adiós en un sentido difícil de explicar.

Me tocó llegar antes que los demás, mucho antes de hecho. Luego apareció Chanfle II, después Miranda Hooker y al final Xosean. Y nos pusimos al día, a escasos tres días de Navidad.

Realmente podría decirse que no fue una reunión navideña, pero para mí, fue algo similar. El frío decembrino hasta el culo, los recuentos del año hasta lo que daba la memoria, las confesiones sobre cómo han cambiado nuestras vidas, el reconocimiento de que, salvo Miranda, el resto hemos dejado nuestros blogs personales a merced de las telarañas, el tiempo y el polvo, y una cena a prueba de cualquier dieta.

Chanfle II nos entretuvo con sus mangas raras de Enrique Iglesias y Miranda nos observó por momentos a placer sabiendo que se alejará y partirá rumbo a otra vida en forma de ciudad californiana el 10 de enero, mientras que Xosean nos habló de tales formas de amor hacia su familia que al menos a mí me provocó deseos de pedir postre... y más tiempo con nuestro viejo lobo de mar. No, no es setentón, pero sí un lobo, y es admirable cómo ama a sus lobeznos. Eso nutre, eso es alimento. Y, como dice Chanfle, se agradece.

La noche entre la tercera y la cuarta vela de Adviento pasó rara. Ninguno se atrevió a decir algo sobre nuestra última reunión como grupo sino hasta que Miranda, siempre ella y siempre sus registros, tomó la palabra cuando acechaban la madrugada... y la cuenta. Y con esa bitácora fechada que trae en la tatema, nos recordó que nos reunimos por vez primera en junio, en el Hijo del Cuervo.

Y desde entonces... 6 meses frenéticos y sin tregua. Parecería que entonces el Korova Milkbar habría de ser meramente un ingrediente en la ensalada de los cinco (LaOlis nos acompaña desde Berlín), pero resulta que, al tiempo, es de lo poco que hemos mantenido constante. Algunos nos rompimos, otros mutamos, y otros simplemente ajustamos y cambiamos de posición en el trayecto. Pero el blog, con más lectores y uno que otro menos, permanece en esencia, con etiquetas o sin ellas, con cambio de días o sin ellos. Y alcanza su primera Navidad como se esperaría: sin árbol y sin cheesecake.

Miranda, previsora y amante de todo lo que sirva para hacerse entrañable, no olvidó su cámara como sí hicimos los demás, y tomó las clásicas que requiere una tía entusiasta y molestona, pero siempre noble: la foto de grupo y la foto con cada uno. Y nos abrazó con fuerza, como debe hacerse.

Es claro: acertamos con este proyecto. Usamos lo binario para nutrir lo afectivo y, de pronto, esto se volvió emocional. Una lanota por una ganga. Un enorme acierto porque, más que comprar regalos, en medio año nos volvimos regalos de nosotros mismos. Y no aguantamos las ganas y nos reímos y nos abrimos antes de Navidad. Las envolturas yacen en el piso.

Olis, faltaste y no faltaste. No estás y siempre estás. Lo dicho, nos tocó la mejor época de la historia para estar lejos.

Anoche nos atamos al mástil. Que vengan la distancia y las sirenas.

13 comentarios:

  1. Qué bueno que no habías escrito, para que escribieras esto tan chingón.

    ResponderEliminar
  2. Y no son de Enrique Iglesias, mamador! Justo estaban dobladas para evitar al lunar hecho cantante.

    ResponderEliminar
  3. Pocas veces nos permiten ver el behind the scenes de los korovos. Muchas gracias!

    ResponderEliminar
  4. MUY FELIZ NAVIDAD AMIGOS, SIEMPRE LOS LEO Y SIEMPRE ME HACEN REIR MUCHO.

    LARGA VIDA A KOROVA MILKBAR Y LARGOS POSTS AUNQUE ABRAN DISTANCIA. NO NOS DEJEN!

    ResponderEliminar
  5. ay, se les va una? ni la conozco pero hasta yo la extrañare, nsoe proq, pero me entro nostalgia al ver q se va a california, oye no me llevas miranda? jajajajajajajajajaja

    q padre q se sigan reuniendo asi, amo las reuniones de amigos

    tqm hermano

    ResponderEliminar
  6. No nos podíamos perder la oportunidad de abrazar a Miranda antes de que ponga flores en su pelo. Esa reunión rellenó el tintero de un korovo que ya sentía que no tenía tinta para seguir tecleando. Fue un placer.

    ResponderEliminar
  7. Distancia y sirenas, se las pelan

    ResponderEliminar
  8. Feliciades a todos en estas fiestas... buen blog

    ResponderEliminar
  9. Apoyo la moción de que el Korova permanezca como uno de nuestros blogs preferidos. Muchos saludos y abrazos navideños a los korovos

    ResponderEliminar
  10. Me acuerdo cuando te leía como fan de clóset, Inphidelio. Hermoso y llegador texto, noche entrañable.

    La geografía sólo es un pre-texto. Larga vida al Korova y a eso que hemos presenciado, una y otra vez.

    Un abrazo apretado a tod@s.

    ResponderEliminar
  11. Maestro siempre un placer poder leer a los Korovos! Felices Fiestas!

    ResponderEliminar